viernes, 22 de mayo de 2020

RELIGIÓN

RELIGIÓN 
Los mayas construyeron un cuerpo de creencias religiosas para explicar el origen y la estructura del cosmos, así como para justificar el papel que la humanidad juega en el mantenimiento del orden en esa realidad.
El culto a la naturaleza y a las fuerzas presentes en el entorno donde vivían fue evolucionado con la introducción de la agricultura y el consecuente sedentarismo, la mayor complejidad social de la sociedad maya se reflejó en una jerarquización y especialización de los dioses y de los sacerdotes, quienes debían interpretar ante el pueblo la voluntad de las fuerzas divinas. Se construyeron lugares específicos de culto y grandes centros ceremoniales; los avances en los conocimientos astronómicos, la introducción de los calendarios y la escritura jeroglífica le otorgaron formalismo y complejidad. Sacerdotes sacrifican un guacamayo en el altar, mientras otros vuelan encima.
La resina del copal se quema sombre un altar de piedra tallada con la cara del Dios Sol y con cabezas de serpiente como gárgolas. Los Sacerdotes usan tocados ornamentados con largas plumas de quetzal y representaciones de cabezas de serpiente. Por lo general, las ofrendas eran animales, frutas y verduras.

Un maya penitente se tortura atravesando una cuerda en su lengua.
Aquí el artista reproduce un famoso dintel tallado de Yaxchilán, que ahora se conserva en el Museo Real Británico, Londres. La auto mutilación era una forma de devoción entre las mayas. Era común el derramamiento de sangre por la perforación de los lóbulos de las orejas. La cuerda ensangrentada se guarda en el jarrón de piedra tallada. Al fondo los fieles ascienden las empinadas escaleras del templo piramidal.

Sacrificio humano en el pozo sagrado.
En tiempos de sequías o de otras crisis, al amanecer, jóvenes mujeres eran arrojadas al pozo para interceder ante los dioses en nombre de la tribu Itzá. Si sobrevivían la caída de 25 metros, eran interrogadas acerca de su encuentro con los dioses. Si no reaparecían era considerado un mal presagio, arrojaban rocas al pozo y se lamentaban ruidosamente. El siniestro lugar es un agujero natural en la piedra caliza de 55 metros de ancho. Sacerdotes mayas, vestidos con pieles de jaguar y adornados con plumas de quetzal, caminan gesticulando ante un enorme templo.
Su influencia sobre la vida de la gente era poderosa. El sacerdote conocía las complejidades del calendario maya, tan preciso que podía predecir con éxito los eclipses. Ciertas clases de sacerdotes, especialmente los expertos en calendarios y tradiciones, eran llevados en andas sobre los hombros de los fieles cada vez que aparecían en público.

Las creencias religiosas 

Afianzaron la organización política de los mayas al apoyar la autoridad de una clase que controlaba la vida de los individuos y se sustentaban en la divinización de los antepasados. La religión también proporcionaba explicaciones sobre todo aquello que el hombre no llegaba a comprender: sus orígenes, las calamidades naturales, las enfermedades y la muerte.

La religión maya otorgó a los dioses el don de crear todo cuanto existe, las expresiones materiales y las espirituales. Algunos son polivalentes (poseen aspectos positivos y negativos), polifacéticos (tienen varias advocaciones y se representan de diversas maneras) y poseen el don de la ubicuidad y la omnipresencia (ocupan todos los rumbos y niveles del cosmos).

Los mayas creían en la existencia de otra vida después de la muerte. La vida posterior para los mayas tenía dos posibilidades: un lugar de descanso eterno y, para aquellos que no eran dignos de entrar al paraíso, otro de tormento. Al paraíso -representado por un lugar donde crecía la ceiba (yaxché), que ofrecía su sombra eterna- accedían los sacerdotes, las mujeres que morían en el parto y los guerreros muertos en combate, mientras que al infierno (xibalbá), condenados a tener hambre, cansancio y tristeza por toda la eternidad, iban los que habían transgredido las normas morales que imperaban en la sociedad maya. Las cuevas eran consideradas como los medios de comunicación con el inframundo.


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